Cuando llega el momento de que un padre o cuidador de niños tome una decisión médica para el niño, particularmente una que conlleve riesgos potenciales, deben tener suficiente información para tomar una decisión informada y adecuada. En el campo de la medicina, el proceso de un médico o de un profesional de la salud de informar a un paciente se le llama Consentimiento informado. Es imperativo, tanto legal como éticamente, que este proceso ocurra. En la medicina general, el estándar para el consentimiento informado incluye el comunicar 1) la naturaleza de los diagnósticos, 2) los riesgos del tratamiento propuesto y 3) los tratamientos alternativos disponibles. Dada esta información, un padre puede estar completamente informado y tomar una decisión adecuada para su hijo.
Lo primero que debe saber un padre es que el consentimiento informado es prácticamente inexistente en el campo del diagnóstico y tratamiento de la salud mental.
1) EL DIAGNÓSTICO: Si se practicara el consentimiento informado, se diría a los padres que cualquier diagnóstico de "trastorno mental" es completamente subjetivo (basado solamente en comportamientos) y sin pruebas científicas o médicas (no hay radiografías, tomografías cerebrales o pruebas de desequilibrio químico) que demuestren que hay algo fisiológicamente incorrecto con el niño y que justifique la administración de medicamentos que alteran la mente y que están documentados para tener efectos secundarios graves e incluso potencialmente mortales.
2) LOS RIESGOS: Las drogas psicotrópicas (que alteran la mente) que se recetan a los niños tienen más de 409 advertencias internacionales de regulación de drogas. Muchos de los fármacos recetados a los niños, incluyendo los fármacos para la TDAH y anti-ansiedad, están documentados por la FDA por causar "drogodependencia" (adicción) y cuyos síntomas de abstinencia pueden ser tan fuertes como los de drogas ilegales como la heroína y la cocaína. Si se practicara el consentimiento informado, los padres recibirían una advertencia completa sobre los riesgos documentados de las drogas antes de aceptar poner a su hijo en una droga psicotrópica que altera la mente. De igual manera se divulgarían los riesgos del tratamiento de electrochoques en niños y se informaría a los padres que la FDA nunca ha exigido que el tratamiento de electrochoques sea probado para verificarse como algo seguro o efectivo, que el tratamiento está documentado por causar convulsiones, problemas cardíacos, confusión, pérdida de memoria y daño cerebral.
3) LOS TRATAMIENTOS ALTERNATIVOS: Tenga en cuenta que a los niños normalmente se les diagnostica con trastornos mentales sin haber recibido un examen médico completo que podría descartar afecciones médicas válidas y que pueden manifestarse como problemas de comportamiento. Raramente se informa a los padres que muchas afecciones médicas pueden imitar los síntomas de un "trastorno" mental. Esto incluye intoxicación por plomo, alergias, disfunción suprarrenal y una dieta deficiente, por nombrar algunos. Todos los niños deben tener lo que se llama un "diagnóstico diferencial", donde un médico obtendría un historial médico completo y realizaría un examen físico completo, descartando todos los posibles problemas médicos.